martes, 28 de febrero de 2012

Los sirios saben de qué lado viene la violencia


Por Viorel Lupescu (Enmerkar)

El domingo último, los ciudadanos de Siria fueron convocados a votar en referéndum la nueva Constitución propuesta por el Presidente Bashar al-Assad, el Frente Nacional Progresista y que apoyan unos siete partidos de la oposición legal.

La nueva carta magna confirma la eliminación del estado de emergencia que durante casi cuarenta años estuvo vigente en el país, declara abolido el papel dirigente del Partido Socialista Árabe Baas, establece un “Estado democrático” y consagra la igualdad de derechos de todos los partidos políticos. Algunos cacarearon contra el Artículo 3 que establece que el presidente de la República debe ser musulmán. En Argentina esos mismos no se levantan a protestar porque nuestra Constitución sostiene que el Estado es de culto católico apostólico romano.

El domingo, día del comicio, durante enfrentamientos en Homs y el área rural de Damasco murieron asesinados 16 militares y agentes del orden, abatidos decenas de terroristas (otros tantos fueron detenidos) y se les incautaron sus armas. Expreso mis más sinceras condolencias con las familias de los mártires. Su muerte no será en vano. Los policías y militares sirios son casi la mitad de los más de 5.000 muertos que está dejando la “Primavera siria”. Esto significa que han puesto sus vidas al servicio de la Nación, protegiendo la vida de los ciudadanos. A esto le llamo proteger a la población civil. En Homs, Daraa y varias ciudades del interior se registraron ataques de las bandas terroristas del “Consejo Nacional Sirio” en un intento por amedrentar a la población e impedir su derecho al sufragio. Aún así, la concurrencia electoral fue del 57%, superando por lejos cualquier elección presidencial o legislativa de Estados Unidos, el país “más democrático del mundo” donde el compromiso con el bipartidismo ultraderechista por parte de su población se queda rengo. En Siria, en cambio, la población se dirigió a los centros del comicio a votar, pese a los atentados de las bandas terroristas.

Como era de esperar, Hillary Clinton desconoció la soberanía siria y declaró que el referéndum es “una medida cínica”, aunque nunca EE.UU. debatirá una nueva constitución como lo han hecho los sirios. La Clinton, así, confirma que el objetivo primordial de la política estadounidense hacia Siria es el de la desestabilización que busca el derrocamiento del Presidente Assad y del Partido Baas y sus aliados.

Cabe señalar que en Siria nunca existió un sistema de partido único como se suele decir en la prensa capitalista. El Frente Nacional Progresista es dirigido por el Partido Baas, y lo integran otros diez partidos de orientación socialdemócrata, socialista árabe y el Partido Comunista de Siria. Por lo cual, siempre hubo multipartidismo, si esto es lo que preocupa a los occidentales.

La ciudadanía insistió, ante las cámaras de televisión, que el referéndum era la oportunidad del país para unirse contra la violencia. Los resultados demostraron que el gobierno sirio cuenta con el apoyo del pueblo, tal y como puntualizó el primer ministro de Rusia Vladimir Putin. Si tenemos en cuenta el miedo que generaron en la población los lúmpenes terroristas y sus atentados (entre el domingo y el lunes murieron 23 efectivos del Ejército y la Policía), podríamos afirmar que el nivel de participación habría superado con creces el 60%, incluso habría sido del 66%. O sino, tener en cuenta el miedo de los sirios a las represalias de la OTAN, que las tienen bien presentes.

El Presidente Bashar al-Assad completa así una serie de reformas que ya habían sido instauradas desde el 2011 en respuesta al movimiento ciudadano (legítimo) que exigía cambios. Hay que tener en cuenta que existían reclamos de la población, pero de ninguna manera estos tienen vínculo alguno con el “Consejo Nacional Sirio”, que no tiene ninguna raíz en Siria y que se sirve de una plataforma de mercenarios libios, saudíes, qataríes, financiados por las petromonarquías árabes, Turquía, Francia, EE.UU, etc.. Pero las Fuerzas Armadas de Siria apoyan en bloque al gobierno frente a esta agresión del imperialismo. Que la OTAN no haya iniciado una dominación militar sobre suelo sirio imponiendo batallones de soldados –tampoco lo hizo en Libia, pero bien bastaron sus aviones- no nos tiene que engañar. El gobierno Assad ha dado respuestas a las contingencias y atendió el reclamo del pueblo. Ha jugado las cartas con gran habilidad, pero también con mucha sensatez. Esto implica que al menos siete partidos de oposición han apoyado la nueva Carta Magna –que ya entró en vigor-. Pero esa oposición, que rechaza el intervencionismo de las cancillerías occidentales, no existe para Occidente.

Cabe señalar, por último, que cuando las potencias imperialistas embisten contra cualquier país del Tercer Mundo, hay que tener en cuenta que no lo harían si el gobierno agredido no perjudica sus intereses comerciales y financieros. Siria hoy es un contrapunto a la maquinaria bélica israelí, es su más firme oposición militar. Pero como se dijo también, la política imperialista contra Siria forma parte de la política de agresión contra Irán. Por esto, el ensañamiento contra el régimen socialista de Damasco.

Los mercenarios no cuentan con el apoyo de la población. Por esto ya se dedican a matar y saquear indiscriminadamente, cuando flaquea, además, el apoyo del exterior, preferentemente el de Turquía.

Rusia y China han decidido apoyar a Siria defendiendo sus intereses comerciales y militares más egoístas, propios de potencias imperialistas emergentes. No lo ignoramos. Pero tampoco podemos hacernos los distraídos cuando el soplete occidental está a punto de caerle sobre la cabeza a Siria. Eso nunca vamos a aprobarlo. Por tanto, no vamos a justificar sus “argumentos” para ello. Ahí es cuando el “ninismo” de quienes afirman que Damasco y el imperialismo occidental son ambos enemigos a combatir en la misma medida, se cae a pedazos.

Los sirios han expresado en las urnas –lamentablemente, la asistencia no pudo ser más debido al amedrentamiento por parte de los mercenarios- que no quieren más violencia. Saben también que los únicos interesados en continuar la violencia son el puñado de terroristas del ESL y el CNS mandados por Estados Unidos, Francia, Turquía, Qatar, a destruir la única democracia que ha quedado en pie en el Mundo Árabe. Si la reacción quiere hacer arder a Siria, por algo será.


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Nuevo texto constitucional de Siria: http://www.sana.sy/eng/361/2012/02/28/401178.htm

Recomiendo: Especial de Telesur sobre referendo constitucional en Siria http://exwebserv.telesurtv.net/secciones/afondo/especiales/Siria/

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